Cuarta maratón, se dice pronto, cuando echo la vista
atrás y allá por agosto del 2011 Noe me preguntó si ese domingo tenía algo que
hacer y descubrí el mundo de los corredores, con sus sonrisas, todas sonrisas y
el ambiente maravilloso que se respiraba del principio a fin.
Allí me quedé enamorada para siempre, y empecé a
correr o trotar a una media de 3 minutos corriendo, 10 andando.
Desde
ese día hasta el 23 abril 2017 un cambio total en mi vida, descubrir el CAS, un
nuevo flechazo, ver el grupete de gente que yo me quedaba mirando en cada
carrera, sobre todo mujeres, envidiando poder estar allí entre ellos, poder
compartir ilusiones, carreras, compañía, y de nuevo la suerte me acompañó y
nuestras vidas se cruzaron, más bien Fernando se cruzó en medio de las
bicicletas, gracias Fernando.
Desde ese día no llevo ni la cuenta de carreras de
400, 1.500, 5.000, 10.000, media maratón, pero sí llevo la cuenta de las
maratones, son 4 y cada una de ellas distintas, cada una grabadas a fuego, ¡si
es que no tengo duda soy MARATONIANA!!!
En este año, fue una preparación muy especial, muy
llevadera, fueron menos de 2 meses dedicándonos sólo a la maratón, este año
tocó poco, pero con gusto, allá quedaron las tiradas largas, los 8.000 los
6.000 y siempre en compañía, encontrarnos este año los 4 cada fin de semana
para disfrutar, sufrir, tirar unos de otros y animar, aconsejar, discutir, pero
sobre todo sonreír, siempre sonreír.
Sin enterarnos nos encontramos el día 23 en la salida
con el corazón desbocado y sin saber si llegaría a la meta.
La incertidumbre en la maratón es lo que le hace
especial, es un desafío que año tras año hay que plantarle cara y arriesgarse,
porque por muy bien preparada que estés el señor del mazo pega duro y muy duro.
En el km 2 ya por fin llegan nuestros chicos y por fin
respiro tranquila, ahora toca pasito a pasito e ir siempre hacia delante, como
dice María Luisa, levanta mirada y sonríe...
Nerviosa por una misma por saber como responderá tu
cuerpo, nerviosa por Noelia que se arriesga a ir a un ritmo muy elevado
sabiendo que va a ser difícil mantener, nerviosa por Segis que se estrena, que
lleva los últimos días con una lesión en el pie y no sabemos como le irá,
nerviosa por Paleo que no dudo en ningún momento que irá sobrado durante muchos
kilómetros, pero sabiendo que ir tirando tantos y siempre delante le pasará
factura, feliz y sonriente porque hemos logrado estar los 4 en la salida y
estamos los 4 juntos en este largo camino, los 4 que hemos soñado, reído,
discutido, sufrido, y sonreído por fin juntos!!!
Juntos y rodeados de todo el Cas, en cada esquina allá
están gritando, chillando, cantando, hacen que vueles, es una inyección de
adrenalina imposible de parar.
Rodeada de mis hijos, que encima de la bicicleta
rodean Coruña para seguirnos, de Eliseo, que este año no pudo terminarla, pero
hizo un trabajo envidiable, no me cabe duda, acompañando a la liebre de 3:45,
animando estoy segura a todo aquel que quisiera escuchar, y como bien dicen,
¡con él no te aburres!!!
Viendo a cada uno de los valientes del CAS que este
año hemos podido estar en la salida, al Chinchilla que va como un tiro, tantos
entrenos viéndolo volar, a Morlán dándolo todo y más, siempre con la mirada
atenta del Míster, a las chicas Suka y Marisa, a Carlos, Gilberto, Oscar, Jose
Juan, Iago, Inda, Francisco,,. Toni, ese sí que tuvo narices…, y la liebre del
CAS Juan, ENHORABUENA!!!
Juntos hasta el final de la segunda vuelta, que Noelia
empieza a bajar el ritmo y mirando de reojo decimos: ¡¡¡¡VAMOS NOE!!!!, pero
Noe aprieta dientes y no puede más, y el chico de la bici se queda con ella.
Los 3 juntos hasta la tercera vuelta en la casa del
mar donde se va quedando Paleo y le grito, ¡AHORA NO, JESÚS!!!!, pero el hombre
del mazo es más fuerte que yo.
Los 2 juntos hasta la rotonda de Oza, en la que es
Segis el que me dice ¡¡¡Inés tiraaa!!! y me quedo sola, me quiero quedar pero
las piernas tienen puesta una marcha que no deja reducir, sola hasta Juana de
Vega que me encuentro por enésima vez a todo el CAS con sus gritos, aplausos
VENGA INÉSSSS, metiéndose dentro del circuito que por un momento pensé que se
venían conmigo, el corazón se desboca de nuevo y la emoción empieza
desbordarme, veo que voy a terminar mi cuarta maratón, veo que el hombre del
mazo hoy no me quiso, veo a la velocidad de la luz esos meses de entrenos, veo
a mi querido Alberto Orey, paciencia infinita y el que ha hecho posible que
esté ahí y veo la entrada de María Pita.
Una emoción me sacude todo el cuerpo y nada más llegar
me doy la vuelta y espero ansiosa para ver como va llegando Jesús, que no puede
contener la emoción, la llegada de Segis que me preocupa porque lo veo en
estado de shock, y veo que Noe no da llegado hasta que por fin ahí está con el
chico de la bici y con Fran, que desde la casa del agua que le grité: ¡Pilla a
Noe!!!! no la abandonó.
Esto se terminó, y es una sensación muy rara, porque
nos falta la pregunta de: ¿Y este finde que toca??? por poco tiempo, pero estoy rara, no puedo
entender como pude vivir tantos años sin correr, sin el Cas!!!!